Cubanos hacen causa común por Fidel Castro y el Socialismo

Expresiones de respaldo al proceso y muestras de afecto hacia el presidente Fidel Castro, convaleciente de una operación intestinal, marcan la vida hoy de todos los cubanos, tanto los que se encuentran en su tierra como los que cumplen misiones internacionalistas en los lugares más recónditos del planeta. Confiados en la vitalidad del hombre que nos ha guiado a numerosas victorias sociales, económicas y políticas, los habitantes de la isla espermos un pronto restablecimiento, mientras demuestramos al mundo que el sistema cubano es fruto de la elección popular. En mítines y concentraciones que se suceden en los centros de trabajo y barrios de todo el país, los trabajadores y ciudadanos de la isla se comprometen a redoblar sus esfuerzos para cumplir las tareas habituales y reiteran la voluntad de mantener el rumbo socialista. En una proclama emitida el pasado lunes, Fidel Castro delegó de manera temporal sus funciones al frente del Estado, el Partido Comunista y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en el primer vicepresidente Raúl Castro. En el mismo documento, el mandatario informó al pueblo que la decisión estuvo motivada por una compleja operación intestinal sufrida, que lo obliga a permanecer varias semanas de reposo, "alejado de mis responsabilidades y cargos". El líder de la Revolución cedió también de manera temporal sus funciones al frente de programas estatales de carácter nacional e internacional sobre educación, salud y ahorro de energía. La delegación temporal se produjo en la más completa normalidad, con el respaldo de la población, que identifica en él los mismos valores éticos, morales y de dirección de Fidel Castro. Raúl Castro, además del reconocimiento de sus méritos históricos como luchador contra la tiranía de Fulgencio Batista y Comandante rebelde, posee un merecido respeto ganado a fuerza de trabajo y ejemplo personal en sus funciones dentro de la Revolución. Son palpables lo logros alcanzados por Raúl Castro al frente de tareas vitales para el país, entre ellas la preparación defensiva del país y la organización del PCC. La proclama de Fidel Castro demuestra que todo está previsto en Cuba para asegurar la continuidad del proceso revolucionario, en respeto a la voluntad ciudadana.