jueves, octubre 05, 2006

Monumento a la verdad, la honestidad y la ética


Como un monumento a la verdad, la honestidad y la ética, cualidades consustanciales a la trayectoria y el pensamiento del líder de la Revolución, fue apreciado el libro Cien horas con Fidel, cuya segunda edición cubana, revisada y enriquecida con nuevos datos, se presentó anoche en el Palacio de las Convenciones, con la presencia del periodista y ensayista francés Ignacio Ramonet, interlocutor de este valioso conjunto de conversaciones.
Para quienes el 16 de mayo asistieron al lanzamiento de la primera edición, donde el Comandante en Jefe planteó la necesidad de emprender una revisión crítica y exhaustiva del texto que diera lugar a una nueva publicación, el cumplimiento en tan breve plazo y con tan elevadas exigencias puso de manifiesto, una vez más, el valor que concede Fidel a la palabra empeñada, su tenacidad y rigor en el trabajo y la importancia de transmitir vivencias, experiencias e ideas para los combates actuales y futuros.
A Ramonet le impresionó no solo cómo Fidel se entregó a la tarea, entre mayo y julio, en medio de múltiples ocupaciones, sino la entereza y dedicación con que continuó encarando el compromiso durante la convalecencia después del percance de salud sufrido.
Abel Prieto, miembro del Buró Político y ministro de Cultura, contrastó el valor de las palabras de Fidel con el predominio del envilecimiento y la mediocridad en el ejercicio de la política en el mundo contemporáneo, y resaltó la consecuencia con los principios y la coherencia moral de su pensamiento y acción.
Entre las novedades del libro, Pedro Álvarez Tabío, su editor, citó la inclusión de la correspondencia intercambiada por Fidel y el líder soviético Nikita Jruschov durante la Crisis de Octubre, la ampliación del recuento sobre el frustrado golpe de Estado contra Hugo Chávez en abril del 2002 y los párrafos dedicados a su madre Lina Ruz, que calificó como un conmovedor retrato filial.