¿Y después de Fidel qué?

Néstor Kohan  
He hablado y me he comunicado con compañeros, con  amigos, con familiares. Gente de mi país y también de otros países. Todos con la  misma preocupación, todos con la misma tristeza, todos con la misma esperanza.  No se trata sólo de la enfermedad física —y de la operación quirúrgica— del  comandante Fidel Castro, algo que nos preocuparía aunque fuera un vecino, un  compañero de trabajo o simplemente cualquier persona querida. Lo que está en  juego es mucho más.
Si cualquier compañero de militancia de casi 80 años  estuviera enfermo y se tuviera que operar, todos estaríamos preocupados. Sería  como si operaran a un abuelo nuestro. A un abuelo querido. Pero en el caso de  Fidel la preocupación es de otro tipo.
Porque la vida de Fidel trasciende a  su persona individual. El nombre de Fidel condensa las aspiraciones, las  resistencias y los sueños rebeldes de numerosos pueblos, no sólo del cubano,  contra el capitalismo, el imperialismo y el neoliberalismo. Si el Che Guevara es  el símbolo mundial de la rebeldía juvenil, su amigo y compañero Fidel representa  la máxima expresión de las rebeliones antiimperialistas y socialistas del Tercer  Mundo. Por eso es tan despreciado por los poderosos del planeta, sus monopolios  de (in)comunicación y 
Todos y  todas esperamos de corazón que el comandante, el revolucionario, el amigo  entrañable de nuestro Che, se recupere de la operación. Que siga siendo el Fidel  de siempre. El que molesta, exaspera e incomoda al imperio más poderoso de la  tierra. El que horroriza a cuanto millonario anda por el mundo contando sus  billetes. El que escandaliza a tanto burguesito bienpensante y "políticamente  correcto". El que sigue predicando la rebelión mundial contra las injusticias.  El que continúa promoviendo entre los pueblos el empleo de las armas,  fundamentalmente las dos más poderosas que se han inventado: las ideas y los  libros.
Pero si acaso ocurriera lo peor..., ¿cambiaría el asunto? En su  época Félix Rodríguez, el contrarrevolucionario cubano de Miami y agente de  
El ejemplo, la coherencia, los ideales y la  dignidad rebelde de una persona trasciende la inevitable existencia finita de un  cuerpo físico. Ernesto Guevara se volvió mucho más grande y peligroso después de  1967. Con Fidel, ahora o dentro de 20 años, pasará lo mismo.
Si en vida un  hombre tiene imperfecciones, comete errores y puede equivocarse, después de  muerto la memoria popular deja a un lado esos errores y retiene, sabiamente, lo  más importante: el reconocimiento por una vida entera dedicada a la revolución y  a la lucha antiimperialista.
¡Qué gente tonta la extrema derecha de Miami!  Desean tanto la muerte de Fidel —porque, impotentes, en vida jamás lo pudieron  derrotar— que no se dan cuenta de lo que sucederá el día que Fidel ya no esté  con nosotros. El ejemplo, convertido en mito, será todavía más peligroso que en  vida. Fidel se convertirá en una bandera indomesticable para combatir y frenar  cualquier tentación de restauración capitalista en Cuba; y para defender las  conquistas socialistas y derechos populares ya adquiridos como algo "normal" y  "obvio" por las nuevas generaciones a la largo de casi medio siglo de  revolución.
Es comprensible la tristeza y la inquietud que la noticia de su  enfermedad y su operación ha provocado entre su pueblo y en otros pueblos del  continente que lo quieren y admiran. Porque aquí no se trata de "culto a la  personalidad". En Cuba uno no se encuentra en cada esquina con una estatua de  Fidel. No hay ciudades que lleven su nombre. No hay escuelas ni universidades ni  bibliotecas que se llamen como él. Ni siquiera abundan sus imágenes.
Fidel  no ha necesitado medallas artificiales ni homenajes repletos de obsecuencia  simplemente porque no le hacen falta. Cualquier historiador que deje por cinco  minutos sus prejuicios sobre el escritorio o apague tres minutos el noticiero de  
El  nombre de Fidel, sueño colectivo de todo un pueblo que trasciende al individuo  singular, ha sido el fantasma omnipresente durante los últimos 50 años de  historia revolucionaria mundial. Que lo atestigüen sino los estrategas de  
Un lector apresurado o una lectora  escéptica pueden, quizás, sospechar que estas líneas están atravesadas por una  admiración desmedida o una idealización infantil. No es así. Por razones que no  vienen al caso nos ha tocado investigar sobre Fidel para intentar escribir una  biografía suya dirigida a un público juvenil. Ayudado por el compañero Nahuel  Scherma, integrante del grupo «Cine Insurgente» y por otros compañeros y amigos  que nos acercaron innumerables materiales, nos hemos sumergido en una pila  inabarcable de libros que narran historias fragmentarias. Lo mismo con  documentales fílmicos, revistas, folletos, etc. Creíamos saber algo de Fidel.  ¡Sabíamos muy poco!. Al reconstruir el mapa de tantos fragmentos dispersos —la  historia de la revolución cubana de 1933, las rebeliones estudiantiles en  
El odio de 
Pero lo más importante de todo, más allá de su enfermedad y su operación, es  que Fidel ha dejado un equipo. Lo colectivo es la única garantía de la  continuidad en el tiempo. Tras la muerte de Lenin todo se vino abajo en la  revolución bolchevique porque, entre otras razones, no hubo un relevo colectivo  de la dirección leninista y todo terminó en una lucha fraticida.
Esperamos  de corazón que Fidel se recupere y al mismo tiempo que 
Entonces... ¿y después de Fidel qué? Pues sencillamente habrá nuevas  revoluciones. Al igual que después del Che Guevara, seguiremos luchando en todos  los países contra las injusticias y para cambiar el mundo. Seguiremos firmes en  la defensa de los ideales revolucionarios que Fidel nos enseñó, nos enseña y nos  seguirá enseñando. 
Fuente:  lafogata.org
1 Comments:
Después de Fidel todo, nosotros los estudiantes de la Uci seguiremos su obra, los ingenieros, constructores, médicos, niños, todos continuaremos la Revolución que comenzara en el 10 de octubre de 1868, Cuba está en buenas manos, y que nadie se atreva a decir lo contrario, vuelvo y digo aquello que una ves diría Maceo,¨quien intente apoderarse de Cuba, solo recogerá su sangre anegada en polvo si antes no perece en el intento¨
Es por eso que siempre nuestro lema será el de Céspedes y Fidel.
¨Independencia o Muerte¨
¨Patria o Muerte¨
¨Venceremos¨
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